miércoles, 10 de diciembre de 2008

Cocofresh

Cierto día, un grupo de variados amigos fueron a tomar unas copas de helado.
Uno de ellos en un ataque de vanidad, pidió su deseo.
-Por favor, ponme un Skyline of Manhattan flavour with blacberries and hot chocolat.
Una de las chicas presentes en un golpe de glamour soltó por su boquita.
-A mí un Inspiration of Bombay jungles with snif vainilla and peanuts.
Cosa que llevó al segundo joven a armarse de valor y pedir un sofisticado..
-California is for surfers melocotons snuppfins with a lot of lovelly cream.
Con tantos títulos exquisitos ya en la lista de la camarera, la última en pedir debía que hacer una entrada triunfal para no ser menos, pero sus nervios y su vergüenza la hicieron pasar una mala jugada.
-Yo un COCOH'FRÈH'
A lo que todo el mundo (incluyendo a la camarera) contestó con una amplia carcajada de bastantes decibelios. (que sería uno de los nexos de unión más fuertes de los amigos, por el resto de sus fashionables vidas.)

No todo fueron risas y bromas, la intérprete del ya mítico Cocoh'frèh' no se lo tomo tan bien como creían.
Hoy día se arrepiente apasionadamente de su actuación.
Aquí acaba una de las más fantásticas leyendas urbanas de este país.

Moraleja: No todas las personas gustan de ser humoristas.



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Esta historia nació para ser contada, y puesto que ya ha sido contada (muchas veces, jajajaja) ahora lo que necesitaba era ser escrita.

Fijemos el mito mediante la escritura, solidifiquemos a la leyenda viva del COCOFRÉH.

Carlos dijo...

Jajajaja... ¡Que refrescante historia..! (Por el COCOH'FRÉH más que nada).